Sólo te traigo una flor
que ayer cogí en la pradera.
Esta noche se secó.
Te la traigo aquí, ¡ya muerta!
Son las cosas de la vida,
Hoy venimos y mañana volveremos a la senda,
ayer hermosa, hoy marchita.
¡No te importe como estás! A mí me gustas así, cansada y vieja...
Pues así te quiero yo
Y te quiero por ser fea,
pues sé que fea es mi madre
aunque en otro tiempo fue bella.
Te quiero con los ojos cansados,
cansados de tanta pena,
con tus manos gordezuelas y rugosas
que han soportado calor, frío, tormentas
para que yo comiera
Y tus piernas que han andado millas,...
¡ahora reumáticas!, infatigable viajera,
y todo para mí, por mí,
¡para que yo viviera!
Te mereces la flor lozana,
la mejor de la pradera
la que floreció dichosa
para que yo te la diera.
Dios que es justo, que todo lo ve y lo puede te dé la gloria del cielo
cuando vuelvas a la tierra.
que ayer cogí en la pradera.
Esta noche se secó.
Te la traigo aquí, ¡ya muerta!
Son las cosas de la vida,
Hoy venimos y mañana volveremos a la senda,
ayer hermosa, hoy marchita.
¡No te importe como estás! A mí me gustas así, cansada y vieja...
Pues así te quiero yo
Y te quiero por ser fea,
pues sé que fea es mi madre
aunque en otro tiempo fue bella.
Te quiero con los ojos cansados,
cansados de tanta pena,
con tus manos gordezuelas y rugosas
que han soportado calor, frío, tormentas
para que yo comiera
Y tus piernas que han andado millas,...
¡ahora reumáticas!, infatigable viajera,
y todo para mí, por mí,
¡para que yo viviera!
Te mereces la flor lozana,
la mejor de la pradera
la que floreció dichosa
para que yo te la diera.
Dios que es justo, que todo lo ve y lo puede te dé la gloria del cielo
cuando vuelvas a la tierra.
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